Si has experimentado ese molesto chasquido en las caderas durante tus sesiones de Pilates, queremos que sepas que no estás solo, en realidad, esto es algo muy común y normal.
Estos sonidos suelen significar que estás calentando las articulaciones y que ciertos ejercicios están revelando tus puntos débiles. Por ejemplo, cuando tus caderas no están completamente conectadas con tus abdominales, al realizar ejercicios como círculos de piernas o tijeras, tu pelvis se comienza a tambalear.
¡Esta pequeña inestabilidad en la pelvis hace que los músculos y tendones tensos o flojos rocen la articulación de la cadera y es por eso que escuchas sonidos extraños!
Por eso, la clave para prevenir los clics en la cadera es mantener una conexión sólida entre tus abdominales y tus caderas para así arreglar tus puntos débiles. ¿Y cómo lo puedes lograr? ¡Pues, hay varias formas de abordarlo.
1. Reduce el Rango de Movimiento
Si notas que tus caderas chasquean durante ciertos movimientos, como los círculos de piernas, intenta reducir el rango de movimiento. Realizar movimientos más pequeños y controlados te ayudará a conectar y activar más los músculos del core (abdominales) y a desviar la atención de tus caderas. ¡Y seguirás teniendo los mismos beneficios!
2. Utiliza la potencia de tu Core
Encuentra una conexión más profunda con tu Powerhouse (abdominales) y tu pelvis. Enfócate en activar y usar tus abdominales correctamente durante los ejercicios para estabilizar tu pelvis, ya que si tu pelvis se mueve y es inestable, tus piernas comenzarán a tomar el control cuando deberías concentrarte más en usar tus abdominales para mantener tus caderas quietas.
3. Considera el Pre-Pilates
Si encuentras que tus caderas son especialmente inestables, considera tomar clases de Pre-Pilates o Pilates introductorio para crear una base más sólida de estabilidad en tu cuerpo. Estas clases se centran en despertar los músculos profundos que necesitas para los ejercicios de Pilates, preparándote adecuadamente para sesiones más intensas.
Recuerda, la concentración y práctica constante te ayudarán a fortalecer tu centro y mejorar la estabilidad de tus caderas para prevenir y desaparecer esos sonidos y sensaciones incómodas en tus entrenamientos.
¡Sintonizar y ajustarse a las necesidades de tu cuerpo es lo que trae resultados! Con el tiempo y la paciencia, mejorarás tu técnica y disfrutarás más tus entrenamientos.
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